Continuamos atravesando tiempos difíciles de pandemia COVID-19 y ASPO (Aislamiento social preventivo y obligatorio). En este contexto, los niños y niñas con discapacidad, así como sus padres o personas que los cuidan, constituyen otro grupo que atraviesa un momento difícil.
Sugerimos a sus padres, madres y/o cuidadores tener en cuenta los siguientes aspectos aportados por la UNESCO, La Agencia Nacional de Discapacidad y la OMS.
- HIGIENE.
Aunque esta tarea parece fácil, no lo es, especialmente en estos casos. La tendencia innata de los niños a tocar las superficies y manipular las cosas sin preocuparse por la higiene subraya la importancia de este aspecto. Por otro lado, en muchos casos estos niños pueden presentar comorbilidades que aumentan el riesgo al contraer una enfermedad, por lo tanto, es muy importante que se les enseñe o se les higienice las manos de forma adecuada y frecuente. Este entrenamiento debe seguir el procedimiento según las recomendaciones del gobierno, es decir, lavarse con agua y jabón durante al menos 30 segundos.
También, de ser posible, se les debe enseñar el hábito básico de cubrirse la nariz y la boca con el antebrazo o una toalla limpia mientras estornudan y tosen. Enseñarles a mantenerse a una distancia de al menos 1 metro de cualquier persona con la que puedan interactuar.
La mayoría de los niños tienen dificultades para seguir las instrucciones y aprender de las experiencias. Como mayormente tienden a imitar, sus padres o cuidadores deben mostrar un comportamiento apropiado y se les debe incentivar a repetirlo. Las personas a cargo deben tener siempre presente que sus instrucciones puedan tener que repetirse muchas veces. Incluso es posible que tengan que volver a introducir las instrucciones mediante diversas técnicas, (auditivas, graficas, visuales), para que las incorpore y las siga.
- HABITOS ALIMENTICIOS Y DE SALUD.
Es necesario inculcar a los niños hábitos alimenticios saludables para asegurar que obtengan las vitaminas, los minerales y las proteínas adecuadas para su crecimiento, mayor inmunidad y sustento. Procurar incorporar diariamente carnes, frutas y verduras. Asegúrese de que su hijo beba suficiente agua. Evitar los alimentos procesados, ya que suelen ser ricos en grasa y azúcar. También hay que tener en cuenta que las comidas deben ser consumidas en momentos apropiados, procurando respetar hábitos saludables y regulares.
- RUTINA DE EJERCICIOS.
Para los niños y niñas con discapacidad, la falta de ejercicio puede llevar a un aumento repentino de la masa corporal y a la pérdida de habilidades pre-adquiridas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que los niños y niñas deben hacer al menos una hora de ejercicio diario. Puede ser cualquier tipo de ejercicio, como juegos, yoga, bailar, subir y bajar escaleras, etc. Los ejercicios de los niños y niñas con discapacidad deben adaptarse a sus limitaciones físicas. Las personas a cargo deben consultar a los terapeutas de apoyo del niño antes de introducir nuevos ejercicios y técnicas. Recordemos: el hábito de hacer ejercicio allana el camino hacia un cuerpo sano y una mente energética.
- SUEÑO.
Una cantidad y calidad adecuada de sueño es muy importante para todos, en especial para los niños. Se debe procurar mantener un horario regular al acostarse y al despertar, no muy alejado del habitual, lo que podría hacerse usando un despertador. Es necesario controlar y comprobar el uso de los dispositivos tecnológicos en general, especialmente por la noche, procurando que el ambiente sea lo menos lumínico y estimulante posible, para promover la relajación y el sueño. Si esta rutina no está bien establecida, después de la reapertura de las escuelas o centros de enseñanza, será más difícil y llevará mucho tiempo adaptarse a la rutina.
- MEDICACION.
Las afecciones clínicas que acompañan generalmente a la patología de base del niño son condiciones comunes. Por esto, es indispensable que no se suspenda la medicación que se administra regularmente al niño, ni se alteren dosis u horarios. Ante dudas en este sentido se debe consultar con su médico y/o centro de salud.
Si se interrumpe el tratamiento de los medicamentos sin el consejo del médico, pueden surgir más dificultades.
- APRENDIENDO NUEVAS HABILIDADES.
Cada día en ASPO podría ser aprovechado como una oportunidad de aprender nuevas habilidades, generalizar las adquiridas y fortalecer las estrategias que implementan y sugieren los profesionales del niño. Por ejemplo, peinarse, atarse los cordones, cocinar, pintar, estrategias para sostener un juego de mesa que implique respeto de reglas, turnos y manejo de la frustración…etc… Estas habilidades podrían estimularse dedicándole tiempo, paciencia y apoyándose en el equipo terapéutico del niño.
Es necesario e imprescindible mantener el contacto con los terapeutas de apoyo del niño, quienes podrán continuar trabajando los objetivos terapéuticos propuestos y asesorar a la familia en cada acontecimiento, duda o propuesta que surja en este contexto.
- RESPONSABILIDAD / DEBERES.
Es importante señalar que las tareas que se les confían y el trabajo que realizan los niños pueden contribuir a moldearlos y ayudarlos a su desarrollo. Inicialmente, se les pueden asignar pequeñas responsabilidades y tareas del hogar; esto les ayudaría a desarrollar el sentido de responsabilidad. Asignarles pequeños roles en cada una de las tareas realizadas por los mayores aumentaría su nivel de confianza y ayudaría a la formación de su identidad.
También es importante acompañarlos en mantener un horario relativamente estable para la realización de las actividades pedagógicas que les envíen de las escuelas. Para esto es necesario y beneficioso mantener un estrecho contacto con la docente, inclusora y psicopedagogo/a del niño, quienes los asesorarán y les brindaran las estrategias adecuadas para la continuidad pedagógica del niño/a.
- ENTRETENIMIENTO.
Encontrar espacios de juego libre, ocio y momentos de disfrute en familia es indispensable para mantener nuestra salud emocional y vínculos saludables, por ejemplo juegos de mesa, realizar recetas, bailar, escuchar músicas y cuentos, ver videos, etc…
Los dispositivos tecnológicos han ganado también un lugar en la rutina diaria, por lo tanto, es indispensable organizar un horario, y un período no mayor de dos horas para su utilización. Su uso excesivo podría afectar negativamente en el desarrollo del niño, por ejemplo, al reducir las habilidades cognitivas adquiridas hasta entonces. Cuando se observen algunos patrones de comportamiento inadaptado se debe intervenir con propuestas motivadoras de otra índole.
- PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO.
El aislamiento nos afecta a todos, produciendo en muchos casos ansiedad, enojo y frustración. Esto podría ser más intenso en nuestros niños. Para abordar estos comportamientos debemos apelar a la paciencia y seguir las estrategias sugeridas por los profesionales de la salud que acompañan a los niños. Por ejemplo, motivarlos con otras actividades de su interés cuando estén presentando algún comportamiento no deseado debido a su inflexibilidad. Mostrarles sus logros y las respuestas positivas esperadas los llevarían a comprender cuáles son los comportamientos deseados y se podría crear mayor confianza en sí mismos.
- PROBLEMAS EMOCIONALES.
Los niños y niñas con discapacidad a veces pueden presentar dificultades en habilidades relacionadas con la inteligencia emocional, (dificultades para comprender adecuadamente sus propias capacidades, emociones, comportamientos y los de los demás), sin embargo tienen la capacidad de imitar. Por lo tanto, se puede utilizar la capacidad de imitación como estrategia y adquirir muchas de las habilidades necesarias a través de ello. También se sugiere identificar sus talentos y fomentarlos adecuadamente.
Las probabilidades de depresión, miedos y ansiedad son altas para los niños, más en estos tiempos de incertidumbre. Para reducir estos síntomas, es necesario disminuir las posibilidades de soledad y aumentar los momentos de compartir sus intereses con los miembros de la familia. Si la situación empeora y se comienza a evidenciar sintomatología más intensa, entonces se debe recurrir a los profesionales que asisten al niño para encontrar contención y ayuda necesaria.
- BIENESTAR PSICOLÓGICO, FISIOLÓGICO Y EMOCIONAL DE LAS PERSONAS A CARGO.
Los estudios señalan el hecho de que en muchos hogares, la atención primaria de los niños y niñas con discapacidad es proporcionada mayormente por su madre o figura materna. Idealmente, esta responsabilidad debería ser compartida por todos los adultos responsables del hogar. El apoyo de la familia siempre tiene un impacto positivo en el desarrollo del niño. Los cuidadores primarios deben ocuparse de sus familias, pero es sumamente importante que también cuiden su propio bienestar físico y emocional. En estos tiempos se suelen incrementar ansiedades y angustias ya que el niño/a no mantiene sus rutinas de sostén y acompañamiento diario entre las escuelas, centros terapéuticos y acompañantes. Las personas a cargo deben realizar actividades para su propio bienestar y relajación, como escuchar música, leer un libro, o incluso algunas actividades físicas o deportes de interior. Si los sentimientos negativos son abrumadores, es importante considerar la posibilidad de consultar a un profesional de salud mental en el centro más cercano o a través de telesesiones. Es necesario comprobar los patrones de sueño y establecer y mantener una rutina saludable.
Siga las instrucciones y tome las medidas de precaución prescriptas por los funcionarios gubernamentales y los profesionales de la salud.
Tómese este tiempo para comprometerse con su familia, contar historias a sus hijos, cantar canciones olvidadas, etc… Todas estas actividades podrán constituir buenos momentos para recordar.
Todos juntos y en equipo vamos a lograrlo!!
Lic. Paniagua Natalia.
Psicopedagogía clínica.
M.P. 152107
Fuente principal: Profesor K. Manikandan Director de la Cátedra UNESCO de Gestión de la Discapacidad y Estudios de Rehabilitación basados en la comunidad, Universidad de Calicut.
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